Este proyecto se basa en diseñar la cubierta y páginas interiores de una colección de libros titulada "Mujeres diseñadoras", que forma parte de una práctica realizada durante la carrera de Bellas Artes.
El objetivo es crear un conjunto de portadas, coherentes entre sí, y que a simple vista se sepa que pertenecen a una misma colección.
En este caso, al tratarse de mujeres que han conseguido grandes logros a través del diseño, las portadas muestran cada una una flor distinta, asociadas a cada una de las diseñadoras.
Para la maquetación del interior de los libros se ha tenido en cuenta la importancia de los espacios en blanco a la hora de componer y el uso de tamaños en la tipografía.